Los y las socialistas siempre hemos tenido, tanto en nuestro ADN como en nuestro discurso y lucha diaria, a la Sanidad Pública en un lugar preferente.

Los y las socialistas siempre hemos tenido, tanto en nuestro ADN como en nuestro discurso y lucha diaria, a la Sanidad Pública en un lugar preferente.

Y esto no es casualidad: responde a que, para el PSOE, los Servicios Públicos son la única garantía de que toda la ciudadanía, independientemente de sus circunstancias económicas, educativas, socioculturales o de cualquier otra índole, tendrá asegurada una atención en las cuestiones más básicas que toda persona necesita: educación, sanidad, pensiones, dependencia… Y un largo etcétera, cada vez más largo, porque cuando el PSOE gobierna, el abanico de derechos y libertades, y de servicios públicos de calidad a los que la ciudadanía tiene acceso, no hace más que ampliarse.

Muchas veces nuestro discurso ha pasado desapercibido. Quizá porque en situación de normalidad no valoramos lo suficiente la calidad de los servicios públicos de nuestro país. Llegó la pandemia y puso de manifiesto muchas cosas. Entre otras, que sin lo público no hubiéramos resistido la situación crítica que vivimos en marzo de 2020. Con especial acento en la parte sanitaria, tan importante y de la que sólo nos acordamos, como de Santa Bárbara, cuando truena.

O quizá porque habíamos dado por hecho que estas conquistas nunca iban a perderse. Pero nos equivocábamos. A pesar de esos avances que se producen bajo gobiernos socialistas, en la Comunidad de Madrid son ya demasiados años, décadas para ser precisos, en los que los gobiernos de la derecha (PP, PP con Ciudadanos, o PP con el apoyo de Vox) no dudan en avanzar paso a paso en su plan, fijado también en su ADN, de deteriorar los servicios públicos, dejándolos en una especie de mínimo indispensable para los pobres. El que quiera asistencia sanitaria de calidad, que se pague un seguro privado. Quién no pueda, que se aguante.

Con este panorama y este contraste de modelos, es imprescindible seguir haciendo mucha pedagogía de lo que suponen unos servicios públicos de calidad, de lo que defendemos unos frente a lo que defienden otros, y de no dar la batalla por perdida. Porque ninguna mayoría parlamentaria como la de la señora Ayuso (Presidenta por la gracia de las cañitas y la libertad mal entendida, que no duda en culpar a nuestros profesionales sanitarios, que lo han dado todo por nosotros sin recibir ni siquiera un gracias de sus dirigentes) tendrá nada que hacer frente a la respuesta política, como la que hacemos desde el PSOE, y frente a la respuesta social, que también se está produciendo, y que cuenta con todo el apoyo del PSOE.

En nuestro distrito han sido varias las movilizaciones en nuestros centros de salud, que se encuentran en una situación crítica por la falta de profesionales, por la falta de inversión de la Comunidad más rica, pero la que menos invierte en Sanidad Pública. No hemos dejado de acompañar a entidades y profesionales desde el verano en cada concentración, y no dejaremos de hacerlo, como llevamos haciendo, por ejemplo, durante el último mes en Orcasur.

Allá donde haya una movilización por la Sanidad Pública, encontrarán a los y las socialistas de Usera. Nos va la vida en ello, literalmente.

Artículo de opinión de Alvaro Vidal González, concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid y secretario general del PSOE de Usera.

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